martes, 28 de septiembre de 2010

Dark Passion Play - II

Una hora más o menos más tarde, y en el jardín, fue donde me encontró Gemma. Yo estaba sentado en el suelo, con las rodillas cogidas con ambos brazos y la cara entre ellos. Ella se sentó a mi lado y me abrazó.
- ¿Y ahora, que es? ¿Otra vez Lara?
- No... No lo sé.
- Sabes, y me duele decírtelo, que ella está fuera de tus posibilidades ahora, hermanito.
- Lo sé... no es eso.
- ¿Entonces?
- Es... Erick.
- ¿Él? ¿Qué te ha dicho ahora?
- Nada nuevo, Gemma. Que soy un cabrón insensible. Que no la merecía. Que no la merezco. Pero... no lo sé. Es como... si mi cabeza pensara en Lara y no. No sé si me entiendes.
- Sé a lo que te refieres, pero no te sigo.
- Es más por mí mismo que por ella... ¿tan malo fui?
Gemma guardó silencio durante unos instantes.
- La verdad es que no fuiste muy elegante, ni hiciste las cosas de la manera correcta. Pero el pasado, pasado está, y, aunque me duela decírtelo, jugaste con ella y la perdiste. No es la primera vez que te lo digo. Deberías olvidarte de ella. Me duele verte así y pensar que es por culpa de mi mejor amiga.
- No... Lara no ha hecho nada. Es que no me gusta pensar que esa es la idea que los demás tenéis de mí. Yo sé amar, Gemma...
- Lo sé - ella me abrazó aún mas fuerte.-, pero no tienes con quién demostrarlo. Por eso Erick tiene ese concepto de ti, ¿sabes? Porque para él, tú... eres solamente lo que hiciste con su hermana. Y eso a Erick le hizo mucho daño.
- Por eso me odia, ¿verdad?
- No... - susurró Gemma muy cerca de mí, de una manera cálida y reconfortante - Erick no te odia. Es demasiado protector con Lara, eso es todo. Tiene miedo de que le hagas daño de nuevo, porque sabe que no podría reponerse, y le da mucho miedo perderla. Le da miedo perder a su familia... eso es todo.
- Ya, claro... apuesto a que si se tratara de mí, no le importaría lo más mínimo. Puede que incluso me dejase morir si tuviera ocasión.

La mirada de Gemma cambió completamente, frunciendo el ceño, mirándome enfadada.
- Jamás digas eso... no es verdad, y lo sabes.
- Pues no, ¡no lo sé! Sólo sé que él me odia y yo... no sé. Quiero ser amigo suyo. Quiero estar más cerca de él, como tú de Lara. Pero es imposible.
Gemma se levantó, ofreciéndome la mano para ayudarme a hacer lo mismo.
- No lo es. Sólo es cuestión de encontrar la manera, ya lo verás. Escucha, el próximo fin de semana me voy para todo el mes siguiente - arrugó la expresión y puso los ojos en blanco -. Tengo que estar con "la familia", ya sabes, mis padres y mi hermana pequeña. Los "de verdad". Es un mes entero y seguro que Erick se deprime... ¿por qué no intentas acercarte a él en ese tiempo? Seguro que algo de compañía le vendrá bien. Le diré algo a Lara para que no lo acapare para ella sola - esta vez rió, porque sabía que no podía dejar en mejores manos a su novio que con Lara -. En serio, es una buena oportunidad. Aprovéchala - dijo guiñándome un ojo y adentrándose en el edificio.

Mi cabeza era un torbellino de pensamientos. Gemma se iba, y... yo realmente quería estar más cerca de Erick. "Sólo como amigos", dejé claro mentalmente. Era una etiqueta que usaba a menudo, sobre todo para diferenciar entre las chicas que contaba como mis amigas y las chicas con las que me acostaba. Pero a él se la puse más por conveniencia que porque lo hubiese pensado fríamente...
¿En qué estaba pensando? Yo era hetero, y sí, es cierto que él había dicho en alguna ocasión que era bisexual, pero nunca había estado con un chico, así que yo siempre había pensado que era más de puro hablar que de otra cosa. Además, Erick y yo nos odiábamos. No se me podían ni pasar por la cabeza pensamientos de ningún tipo que no fueran más allá de nuestro odio mutuo, o como mucho, podría aspirar a una amistad entre nosotros. Nada más.

Me descubrí a mí mismo entristeciéndome por este pensamiento. Pero entonces, no quise reconocerlo. Lo achaqué a que las últimas palabras pronunciadas por él: "Yo no soy un cabrón insensible que sólo hace daño a quien ama", aún seguían grabadas a fuego en mi cabeza. Ansiaba tanto a alguien a quien amar, a quien poder entregarme en cuerpo y alma... alguien a quien no pudiera herir, alguien impenetrable pero que me quisiera.

El resto del día pasó sin ningún hecho mencionable. Fue uno como muchos otros, salvo porque al día siguiente Gemma se marchaba durante mucho tiempo. Lo noté por la noche, al irme a acostar. Erick estaba tumbado en su cama, con una expresión de dolor interno en el rostro, que aunque intentaba disimular era demasiado evidente. Opté por no decir nada - era lo mejor - y, tras apagar la luz, cerré los ojos.

Justo antes de quedarme dormido, algo de lo que le había dicho a Gemma durante la tarde encajó en mi cabeza. No, yo tenía razón, no era Lara esta vez quien ocupaba mis pensamientos. Era Erick...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Dark Passion Play - I

Gemma era mi "hermana" (como ya he explicado antes), y creo que si no hubiese sido por ella, hacía mucho que me habría ido lejos. Si la pareja de cada persona es su complementaria, Gemma era todo eso y más. Me conocía mucho mejor que yo mismo, sabía todos mis secretos y todas mis pasiones. Sabía lo que me gustaba y lo que me aterraba. Me quería del mismo modo que yo a ella, y éramos en cierto modo inseparables.

Sí, aunque es cierto que nunca habíamos sido demasiado solicitantes del contacto físico, no lo necesitábamos. No necesitaba estar con ella para saber si estaba triste o preocupada, si estaba feliz o intranquila. Simplemente lo sabía, y supongo que a ella le pasaría lo mismo conmigo.

Físicamente, hubiera resultado casi imposible adivinar que éramos hermanos. Gemma era, sin ser bajita, no demasiado alta. Con rasgos semi-asiáticos y los ojos azules más claros que he visto nunca, su largo y sedoso pelo negro sólo conseguía resaltar su belleza. Poco tenía que ver conmigo, que aunque sí era más alto que ella, tenía la piel más morena (la de ella era muy pálida) y los ojos castaños. Aunque ambos teníamos el pelo oscuro, el mío tenía reflejos castaños y el de Gemma, azules. Era, simplemente, preciosa.


En principio aquel no era un día especial, sino uno como otro cualquiera. Me levanté con la misma pesadez que siempre, y aún sin despertar del todo, me dirigí lentamente al baño. De pronto la puerta se abalanzó sobre mí, pero yo fui más rápido, y aún medio dormido, conseguí esquivarla.
- Ah. Lo siento. Buenos días - dijo el invasor.
- Ya. Buenos días Erick... - sí, se me había olvidado mencionar que aún a mi pesar, dormíamos juntos.
Esa fue toda la conversación que tuvimos durante toda la mañana. Cuando salí del baño me encontré con Gemma, a quien saludé con un cariñoso beso en la mejilla, pero al llegar a mi habitación no había nadie. Tanto mejor para mí - pensé-, no me gustaba demasiado estar a solas con Erick.

Le vi de nuevo durante el desayuno. A esa hora siempre nos juntábamos todos. Gemma y él hablaban en voz baja sobre algo, y Lara miraba su desayuno con la mirada perdida. Siempre se me aceleraba el corazón cada vez que la veía, por mucho que intentase evitarlo. Me senté a su lado.
- Buenos días señorita - estaba preciosa, aún despeinada y con sólo una camiseta ancha para dormir.- ¿Te ocurre algo?
- ¿Qué? No, nada. Tengo sueño, simplemente.
- Ya, y crees que voy a tragármelo.
Ella esbozó esa sonrisa torcida que tanto me gustaba.
- No, es verdad. Estoy bien, no te preocupes.
- Si ocurre algo me lo dirás, ¿verdad?
- Supongo - con eso daba por zanjada la conversación.
Seguimos hablando de cosas triviales durante todo el desayuno, a veces entre los cuatro, otras entre Lara y yo y otras tantas con mi hermana; pero yo nunca hablaba directamente con Erick. Él no me quitó la vista ni un momento. Intuía una bronca, pero no sabía por qué.

Cuando acabamos, las chicas se quedaron abajo y él y yo subimos al piso de arriba. En un silencio tranquilizador, o eso pensaba hasta que él lo rompió.
- ¿Qué, otra vez intentando ligar con mi hermana? - su tono era tan poco amable como siempre que se dirigía a mí.
Suspiré.
- Erick, sabes de sobra que...
- Sé de sobra que por mucho que lo niegues sigues enamorado de Lara - de tonto nunca había tenido un pelo.- No se te ocurra acercarte a ella. Ya tuvo bastante con la primera vez. No sé ni cómo te aguantó durante tanto tiempo...
- Yo no sé cómo te aguanta mi hermana cada día.
Él me miró con odio. Había dado justo en el clavo. Si había alguien que amara más a Gemma que yo, ese era Erick. Creo que era lo único por lo que le estaba agradecido, por cuidar siempre de ella.
- ¿Sabes por qué? Porque yo no soy un cabrón insensible que sólo hace daño a quien ama - dijo secamente. Tras esto, dio un portazo y se encerró en la habitación, encendiendo la música a todo volumen.

Me quedé allí parado, al borde de la escalera, aún con sus palabras resonándome. Había oído hablar a los demás de mí en ese sentido millones de veces, y más refiriéndose a la relación que habíamos tenido Lara y yo, pero las palabras de Erick en ese preciso momento me marcaron para siempre. Y, nunca supe por qué, algo se encendió en mí y entendí que desde ese momento nada sería igual.



(Gemma es igualita a http://vimeo.com/moogaloop.swf?clip_id=6763558&server=vimeo.com&show_title=1&show_byline=1&show_portrait=0&color=&fullscreen=1 *_*)

Dark Passion Play - Prólogo

Siempre me había irritado Erick, pero en los últimos meses había pasado de ser algo puntual a convertirse en hábito.

Nos costaba mucho trabajar juntos, y aunque, por suerte, ambos éramos muy independientes y no teníamos que vernos demasiado, vivir juntos exigía cierto tiempo de convivencia al día. A pesar de que nosotros dos, mi hermana, y la suya, éramos uña y carne, Erick y yo casi nunca hablábamos directamente.
Mi hermana era su novia, y eso me "daba una excusa" para tratarle con cierta rudeza. También es cierto que su hermana había sido mi pareja, y creo que fue desde entonces que empezamos a odiarnos.

Aunque actualmente Lara y yo nos llevábamos muy bien, él parecía tenerme todo el rencor por los dos. Habían pasado más de dos años desde que ella y yo lo dejamos, y aunque Erick y yo en un principio intentamos ser como amigos, las cosas no habían ido como esperaba.

Yo aún seguía sintiendo algo por ella, pero Lara... simplemente había rehecho su vida. Y aquello me alegraba, aunque sentía que la había perdido para siempre, y al mismo tiempo me llenaba de tristeza.
Mi vida tampoco era muy alegre en líneas generales: apenas veía a mi familia (cosa que agradecía sobre manera) y lo que podía llamar mi segunda familia estaba constituida por mi hermana (a la que quería mas que a nadie en el mundo), mi ex-novia y su hermano.

Ni que decir tiene que tanto mi hermana y yo, como Erick y Lara, no éramos parientes en el sentido estricto de la palabra. Pero siempre hemos pensado que la familia verdadera es la que uno elije, y eso éramos realmente, partes de una familia que había perdido la suya propia y nos habíamos encontrado. Pero algunas relaciones no eran buenas, y con esto me quiero referir, de nuevo, a Erick.

Él claramente me odiaba, y yo... bueno, nunca le había tenido un especial cariño. Hasta entonces. Pero no quiero adelantar acontecimientos...

lunes, 19 de abril de 2010

Desvaríos de madrugada

No necesito más para irnos. Una mochila con algo para escribir y algo con lo que poder dibujar. Y a ti. Vámonos a Galicia, a alguna de esas playas perdidas en las que reina la tranquilidad. Vámonos a la orilla del mar, a amarnos y a aguantarnos. Vámonos el tiempo que haga falta; es más, olvídate del tiempo. Sé que te será difícil pero podrás conseguirlo.

Y si no te convence, vámonos a una ciudad ruidosa. Vámonos a confundirnos entre las multitudes, a donde no haya nombres al caminar por la calle, ni la gente se salude cada dos pasos. O vámonos a Venecia, a Roma, a alguna ciudad italiana donde las personas sean amables pero no cotillas, donde todo parece tan simple. Vámonos al fin del mundo si es lo que deseas. Tan sólo dímelo y dame el tiempo justo para coger mis cosas, que iré donde estés conmigo.

Vámonos de viaje, en uno de esos largos en los que no existen las prisas ni los horarios. Vámonos de aquí.

Ésta noche me siento tan tuya...

sábado, 17 de abril de 2010

Liam

Quería volver a verla. Necesitaba sus ojos del color del mar en calma, su olor suave, la tranquilidad que sólo ella sabía darle.
Se sentó en la playa, con la mirada perdida en el horizonte, sólo por si ella volvía.
El cielo estaba cubierto de nubes negras que amenazaban tormenta y pronto iba a llover, pero a él no le importaba. La tarde avanzaba y a medida que el sol se ponía, también se iba comiendo su alma.
El mar rugía con desesperación, como su corazón, como si también la ansiara a ella... las olas batían con fuerza sobre las rocas y las olas se hacían cada vez mas altas y fieras. Y sus lágrimas se mezclaron con el agua salada... y así, llorando, fue consumiendo el tiempo a la orilla del mar hasta que se quedó dormido sobre la arena.
Quería volver a verla. Soñó con ella en la orilla de aquel mar tormentoso, con la espuma bañándoles los pies, donde se dieron su primer beso...
Soñó amaneceres y atardeceres en aquella playa, con el mar tranquilo y amable devolviéndoles su reflejo... soñó con aquella imagen de los dos abrazados, apartados del resto del mundo, en un sitio en el que sólo existían ellos...

Un trueno le despertó de golpe.
Se estaba oscureciendo el cielo y llovía. El mar seguía furioso y oscuro. Y ella no había vuelto.

viernes, 2 de abril de 2010

MM #4 - Erick (II)

- Eres tan inentendible, Lara...
- Pero no puedes vivir sin mí. Reconócelo.

lunes, 22 de marzo de 2010

No Soy Un Asesino

No soy un asesino, pero quiero
Que sepas que por ti mataría y muero
Por mirarte a los ojos, dormir en tu pecho
Perderme en tu piel, enredarme en tu pelo
Tus besos, mi vida
Tú, mi sueño.

Querida;

He de confesarte
Que contigo, donde sea, es el cielo
Que te regalaría mi vida entera
Y la tristeza, aunque parezca infinita
Siempre es menor contigo a mi vera.

No soy un asesino, pero debo
Decirte que he matado pesadillas
Que me querían separar de tu tiento
Las he arrojado muy lejos y se las ha llevado el viento
A otros lugares, otros sitios, otros sueños
Pero a nuestro lado nunca volverán, te lo prometo…

Querida; he de confesarte
Que mil veces he deseado tomarte entre mis brazos y hacerte mía
Detener el tiempo entonces para poder amarte
Y me he lamentado por no poder pararlo cuando al fin te tenía
Pero aún con el tiempo en nuestra contra, te he amado más que a nadie igualmente.

Querida, no soy un asesino,
Pero quiero que sepas que por ti, lo sería.

sábado, 20 de marzo de 2010

"Poema" extraño

Por cortesía de la clase de filosofía del miércoles pasado:

Helicóptero chirriando o puerta volante
Oriente, una puesta de sol y un cigarrillo en la mano
Estás soñando, perdido en tu mundo de fantasía, y de repente suena el teléfono y vuelves a la realidad. Niños, voces y gritos por todas partes. Por mucho que intentas conciliar otra vez el sueño, no puedes.
Tensión, nervios, peligro, alerta. Se masca la tragedia.

La emoción esta ahí, y te quedas esperando, sin saber muy bien el qué.
Pasan imágenes por tu mente de películas, de cosas que has visto antes y no recuerdas.
Taquicardias, se apelotonan las sensaciones en tu mente y no recuerdas, vas perdiendo el sentido, desvariando hasta que te mareas.
Y caes. Oyes voces, pero, aunque te suenan, no las entiendes. Y despiertas donde no sabes, donde no entiendes, donde todos están tan locos como tú.

martes, 16 de febrero de 2010

MM #3 - Erick

- ¿Seguro que lo has dejado ya?
- Que sí. Ayer tiré todo lo que tenía por ahí.
- ¿Del todo?
- Sí.
- Puedes decírmelo. Sabes que yo nunca te he culpado por ello, ni lo haría jamás.
- Que sí Erick... o eso creo.
- ...
- Déjalo. No puedes ayudarme.
- Si no yo, ¿quién?

domingo, 31 de enero de 2010

A Photograph Of You

Belleza en estado puro...

It's true. Simplemente sublime...

miércoles, 27 de enero de 2010

MM #2 - Yuri (II)

Su voz se perdía entre los árboles, se la llevaba el viento hacia el cielo gris...
Siempre iba allí. Sólo Erick sabía donde encontrarla.
Sabiendo que nadie la molestaría, cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía que ella misma cantaba.
Cuando los abrió, la chica de por la mañana estaba allí, a escasos diez metros de ella, apoyada en un tronco con los brazos cruzados. Mirándola. Sonriendo.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó entre asustada y enfadada.
La desconocida se acercó a ella, hasta quedar frente a frente, sin bajar en ningún momento la mirada. No había dejado de sonreír.
- Tú me has traído.
Un soplo de viento sumió el claro en el más absoluto silencio...

MM #1 - Yuri

No, definitivamente aquella chica no era de la academia... Lara conocía, aunque sólo fuera de vista, a todos y cada uno de los alumnos de la institución; y además, ella no llevaba el uniforme reglamentario. No, no fue eso lo que llamó la atención de la Maestra. Fue la forma de moverse, la cadencia de sus pasos, la profundidad de sus ojos, la tranquilidad con la que parecía envolver todo cuanto la rodeaba...
Ella le guiñó un ojo y Lara se asustó, avergonzada de que la muchacha la hubiera descubierto observándola. Después, ambas volvieron a sus propios asuntos. Lara profundamente ruborizada. Y la chica sonreía...

lunes, 18 de enero de 2010

Miedo

Me da miedo el paso del tiempo, el vivir rápido y el morir lento.
Me da miedo la caída, el golpe, el entumecimiento,
Que mis huesos se pudran y se partan de viejos
sin tenerte a mi lado; me da miedo el miedo.

Me da miedo el ruido, el tráfico, los silencios pesados,
Las calles de noche, las sombras, los hombres borrachos
Me da miedo el frío, la piedra; me da miedo el hielo...
Me doy miedo yo mismo si no te tengo.

Me da miedo el no tener control de mis actos,
Que nuestros caminos se separen, que el final sea trágico.
Me da miedo... qué coño. Me da miedo el final
Me da miedo el abismo, la sombra... si tú no estás.